Un día de estos fríos absolutos en Santiago, me encontré con London Porter la ví y fue amor a primera vista.Servida en su vaso, da un tenor oscuro con tonos rojizos al trasluz.
Un leve aroma a café tostado, chocolate y miel y el tostado que vuelve en sabor, complementado por un toque de café también en boca.
Se siente licorosa, con cuerpo ligero y de fácil tomar.
Su espuma se manifiesta en el conocido encaje de Bruselas, alta retención. Al agitar el vaso se logra un nivel de dulzor agradable, bastante malta se siente de fondo y azúcar.
Su lupulación se siente en amargor que queda en boca y me encantó, el sabor es increíble.
De presentación increíble, digna de admirar. Una reina de cerveza que marca precedente.
Deja un final acaramelado, licoroso y denso.
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