Una espuma que al principio es abundante al servir, pero que se desaparece rápidamente.
En aroma, un lúpulo presencial con toques a pasto seco.
Ya en boca, se siente ligera, de muy facil tomar, no es una cerveza estructurada, cumple con su cometido de cerveza de masas y refrescante, para tomar y tomar. Me gusta el afán de nombrar puntos de Chile importantes.
Pero 500 cc. es un botellón que da para 2 vasos y además su presentación es estéticamente aceptable aunque no se lee muy bien su reseña en etiqueta o casi me estoy quedando ciego.
Eché de menos la espuma y algún sabor mas entretenido, de carácter dulzón, deja un final justamente lupulado.
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