
Si algo bueno tiene el dedicar tiempo libre al conocimiento y deguste de cervezas, es tener contacto con quienes las elaboran y darse cuenta de la calidad de personas que son. Conocí por internet a Omar González, me contacté con el y esperé hasta que muy amablemente pudo entregarme personalmente 2 botellas de su
cerveza MAKUS.
Con 8° de contenido alcohólico, en botella de 330 ml., una etiqueta sobria, de carácter marcado a lo artesanal y una referencia a la antigua cultura chilena
Yaghan, está elaborada y envasada por Orlando González en la
comuna de Lo Espejo en Santiago de Chile.
Agua, Cebada, Lúpulo y Levadura, son sus ingredientes, al servir, un agradable color ámbar, bien parejo llena el vaso, el cual se corona con una abundante espuma crema y denota un alto nivel de carbonatación con miles de burbujas ascendentes, dicha espuma es de muy buena retención y tengo que esperar un poco para que se disipe y me deje descubrir su contenido aromático, el que se manifiesta de inmediato con toques secos, licorosos y algo satisfactoriamente añejos.
Paso a probarla y me da un increíble primer sorbo con sabor a jamón serrano ahumado, tocino y un dulzor bien delicioso que me invita a tomar otros sorbos más rápido de lo que esperaba.
A pesar de su aroma a pasto seco, logra una atracción inmediata cuando la pruebo y me convenció enseguida.
Se sienten de fondo, un ligero amargor, dulcísimo retrogusto y un dejo alicorado.
Una cervecita de buen logro que me gustó bastante aunque debe tratar de bajar un poco su nivel de carbonatación y también creo (como opinión personal), que el hecho que sea de 8° no necesariamente debe corresponder a un sabor alcoholado.
Su final extasia con el dulzor ahumado, gran cuerpo y los rastros espumosos adheridos al vaso.
Mi conclusión: Digna de probar.
Nota: Creo que cada cervecero puede y tiene derecho a denominar su fría como desee y más si conserva los factores característicos del estilo que elabora. Trapense es un estilo que en Chile se ve representado por cerveza MAKUS. Gracias Omar.